martes, 21 de noviembre de 2017

UNA PIRATA HISTÓRICA MUY FAMOSA

MUJERES EN LA HISTORIA, NUNCA MÁS INVISIBLES

 

TEUTA O TEFTA DE ILIRIA ( Entre 230 y 228 a. C)

Cuando Iliria era uno de los muchos pueblos asentados a orillas del mar Mediterráneo, Roma era una República que se encontraba enfrascada en un sinfín de conflictos con el afán expansivo de asentar su poder en todo el mundo conocido. Los romanos luchaban con los cartagineses en las Guerras Púnicas mientras en Iliria reinaba Agrón. Este pueblo indoeuropeo se había instalado hacía siglos en la zona de los Balcanes y el noreste de Grecia. Parte de su actividad económica se basaba en la piratería que llevaba de calle a las colonias griegas y después a los romanos que arribaron a sus tierras.

En el año 231 a.C. fallecía aquel rey al que hemos aludido, Agrón. Su esposa, Teuta, asumió la regencia ante la minoría de edad de Pinnés, hijo de un matrimonio anterior de su esposo fallecido. Teuta no era en realidad su nombre, sino un apodo que significaba «la que dirige al pueblo». Teuta debería ser una mujer de carácter que no se contentó con mantener la estabilidad de su reino sino que se dispuso a expandirlo ocupando algunas colonias griegas vecinas. Fiel a sus súbditos, Teuta concedió patente de corso a los piratas ilirios que atacaban las naves que comerciaban por el Mediterráneo.


La fama de los piratas ilirios llegó a oídos de Roma quien intentó arreglar el espinoso asunto por la vía diplomática. Hacia el 230 a.C., una delegación romana se presentó ante Teuta para intentar llegar a una solución. Pero la reina apeló al derecho de sus súbditos a ganarse la vida como buenamente pudieran, esto es, pirateando por las aguas mediterráneas. A lo que los delegados romanos respondieron que se verían obligados a aplicar las leyes internacionales. Cuando terminó la audiencia con Teuta se dispusieron a regresar a Roma pero en el camino de vuelta se vieron atacados por unos ilirios enviados por su reina quien, al parecer, no había quedado muy satisfecha con las amenazantes palabras de los romanos.

Los aguerridos romanos no podían ni iban a quedar impasibles ante la respuesta de aquella mujer rencorosa y caprichosa. Había que darle su merecido y lo hicieron fletando 200 navíos en los que viajaron 20.000 hombres. Teuta se vio asediada por semejante muestra de poderío varonil y tuvo, además, que soportar la traición de uno de sus gobernadores, Demetrio, y su cuñado, Escerdilaidas.

Acorralada, Teuta tuvo que firmar una paz muy favorable para Roma. Tiempo después, el tránsfuga Demetrio volvió al redil y consiguió casarse con Teuta adoptando al hijo de Agrón, Pinnés, iniciando de nuevo una política expansionista que, otra vez, enfureció a Roma y volvió a la carga contra los díscolos ilirios. Su reino acabaría siendo absorbido por  Roma a mediados del siglo II a.C. De Teuta no sabemos cual fue su final.

Reino de Teuta de Iliria

DORIS LESSING. BIOGRAFÍA

DORIS LESSING (1919-2013)


A pesar de no ser extremadamente conocida para el gran público, Doris Lessing es una de las escritoras más premiadas a nivel internacional, con galardones como el Premio Príncipe de Asturias de Letras (2001) o el Premio Nobel de Literatura (2007), entre otros. Fue además una gran feminista y luchadora por la defensa de los derechos raciales, lo que durante unas décadas le supuso la consideración de escritora “polémica” o “controvertida”.

De padres británicos, Doris Lessing nació en 1919 en Persia, entonces parte del Imperio Británico. Pronto se mudaron a una granja en lo que ahora es la República de Zimbabue, donde formaban parte de la minoría blanca de colonos europeos. Allí, Doris Lessing asistió a un colegio religioso hasta los 14 años, momento en el que se rebeló contra esa forma de educación estricta y, en contra de los deseos de su madre, decidió comenzar a trabajar como niñera, telefonista, taquígrafa, o periodista. Mientras tanto, continuaba su formación de manera autodidacta, viajaba, y conseguía publicar sus primeras historias en revistas. 

Doris Lessing se casó y divorció dos veces antes de mudarse a Londres en 1949 con su hijo pequeño, pero sin los dos mayores. Quería escribir, por lo rompió moldes al anteponer su carrera profesional a su familia. En la capital británica no solo publicó su primera novela, Canta la hierba (The Grass is Singing, 1950),  sino que también participó activamente en política desde posturas comunistas y denunció el apartheid que se había establecido en las regiones del sur de África.

El éxito le llegó finalmente con una novela de tintes autobiográficos,  Cuaderno Dorado (The Golden Book, 1962). En total llegó a escribir más de 50 libros que se desarrollan en variados escenarios, desde África al Reino Unido. Mediante el retrato de las vidas de gente corriente, analiza la psicología femenina y denuncia la imposición de convenciones sociales de género, clase y raza que coartan la libertad del ser humano. Su obra literaria es a veces de difícil clasificación, ya que combina crítica postcolonial, feminismo, retratos de la realidad social del África que ella vivió, y a veces incluso ciencia ficción. Su última novela, Alfred y Emily, es un homenaje a sus padres.
Aquí os dejamos los enlaces a los discursos que pronunció en las ceremonias de entrega de  los Premios Príncipe de Asturias 2001 y los Premios Nobel 2007: 


Premios Príncipe de Asturias


Premios Nobel